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El Da Vinci español que dijo ‘no’ a Apple
A sus 31 años, Rodrigo García ha inventado edificios plegables, nubes artificiales y hasta la botella masticable que puede cambiar el mundo.
Ha acabado donde tantos cerebros españoles: en Londres.
De su imaginación han surgido artilugios tan curiosos como una maleta que te sigue como un perrito faldero gracias al bluetooth del móvil, una nube artificialque distribuye agua y una plantilla perforada con agujeros para ver más nítidamente, ideal para fabricar gafas de forma sencilla en países en vías de desarrollo. Aunque seguramente su creación más relevante sea la gotella, al menos la que ha generado más expectativas. Un invento que ha puesto en alerta al lobby de la industria del plástico y cuya implantación podría suponer una revolución ecológica. Sin aventurar sobre el futuro de sus proyectos, sí se puede asegurar que este chico es una de las mentes más inquietas y creativas del siglo XXI español.
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